“La educación tiene como finalidad contribuir al desarrollo integral de las niñas, niños y jóvenes; colaborando en su proceso de integración a la vida social, habilitándolos para la participación responsable en la vida ciudadana y el protagonismo en el desarrollo de su propio proyecto de vida. Esta misión cobra cada día más importancia ya que la vida social está en permanente transformación y, por tanto, las formas de participación y de vivir en sociedad varían y se hacen más diversas”. (Donoso, 2005)
En la sociedad en la cual estamos insertos, la educación es vista sólo como el trasvasije de contenidos e información y no como el pilar de la vida del ser humano el contribuye a la formación de un ser integro.
Es trascendental en nuestra época que se realice un trabajo a conciencia en los establecimientos educacionales, en la cual se establezca una gestión orientada a formar alumnos íntegros, que sean capaces de desenvolverse en todas las áreas del conocimiento. Es por ello que la labor que deben desempeñar los establecimientos educacionales a la hora de gestionar en pro del bienestar de los educandos.